Amontillado NPU de Bodegas Sánchez Romate

Amontillado NPU es un vino de Jerez único, con gran personalidad y características organolépticas complejas, fruto de la combinación de sus dos fases de crianza.

La primera de tipo biológica, propia del Fino y la Manzanilla, y la segunda oxidativa, una vez muere el velo de flor.

Éste particular proceso hace que el amontillado adquiera en sus primeros años notas punzantes que acentúan su seco paladar, para que posteriormente se oxide cobrando su característico color ambarino.

Procede de la variedad de uva Palomino Fino, y es embotellado con una crianza de gran vejez, en el tradicional sistema de “Criaderas y Soleras”, tan característico de los vinos del Marco.Amontillado NPU de Bodegas Sánchez Romate

Notas de Cata

Amontillado NPU es un vino de un elegante color ámbar. Su aroma, sutil y delicado recuerda a cáscaras de frutos secos, llegando a distinguirse aromas a hierbas y tabaco negro. En boca destaca su final seco, suave y un prolongado post-gusto en el que advertimos connotaciones a frutos secos y madera envinada.

Gastronomía

Amontillado NPU es un vino de Jerez que debe servirse fresco, con una temperatura que oscile entre 12 y 14 ºC.

Su sabor seco e intenso lo hace idóneo para maridar con aperitivos de alto valor proteico como el jamón curado, frutos secos, quesos viejos, carnes blancas, pescado azul, o platos especiados.

Sobre Bodegas Sánchez Romate

A finales del siglo XVIII, el bullicio de las calles de Jerez de la Frontera atestigua el dinamismo de la ciudad, que progresa gracias a la exportación de sus afamados vinos.

La pujanza del negocio vinícola atrae a comerciantes de medio mundo pero es un español, Juan Sánchez de la Torre, quien en 1781 sienta las bases de la sociedad Sánchez Romate Hermanos, una de las pocas bodegas que sigue actualmente en manos de propietarios jerezanos.

Además del reconocimiento del mercado a la calidad de sus vinos, Juan Sánchez de la Torre consigue pronto el aprecio de sus conciudadanos: el bodeguero es un hombre inquieto y culto, un verdadero hijo de su tiempo, la Ilustración, que brinda un apoyo decidido al progreso de la educación y las artes en Jerez.

Con el tiempo, la bodega creció y se adaptó a los sucesivos avances técnicos manteniendo el respeto a la tradición elaboradora. Más de un siglo después de su fundación, la firma alcanza uno de sus principales hitos cuando en 1887 la cuarta generación de los Sánchez Romate decide crear un brandy exclusivo para la familia y los amigos más allegados. Nace así Cardenal Mendoza Solera Gran Reserva, el brandy insignia de la casa.