La bodega de forma aproximada dispone de unas 1100 referencias, y más de 4500 botellas. Imposible no embriagarse de historia paseando entre sus calles
En el Corral de la Morería todo destila arte y pasión, el Flamenco a través de un elenco de artistas de primer nivel, su gastronomía a través de su Chef David García que imprime carácter, raíz y verdad en su cocina con reconocimiento de estrella Michelin, y como no, la familia Del Rey. Que regenta y dirige un espacio que colma todos los sentidos imaginables. La fórmula es muy sencilla, eficiencia, mucho amor y pasión, poniéndose en la piel del cliente más exigente que vaya buscando ‘la verdad’ de nuestra querida tierra, y en el Corral de la Morería se encuentra con letras mayúsculas.
Con escasos 8 años desde los inicios de esta generosa bodega, en la cual podemos realizar un recorrido desde botellas de finales del siglo XIX, principios del XX, a joyas enológicas de décadas pasadas, un viaje histórico que nos traslada a tiempos pasados y mágicos que colma a los paladares más exigentes.
La visita no pudo ser más interesante y placentera, ya que la hice de la mano de su propietario, un devoto confeso y amante de los vinos del Marco de Jerez, y Montilla Moriles, Juan Manuel Del Rey, generoso anfitrión que compartió con un servidor su conocimiento y pasión, y sobre todo su tiempo, navegando por referencias de vinos que una tras otra te empequeñecían y emocionaban.
La Ina y Botainas de los años 70, ‘sacas’ de Río Viejo de los 60, Dos Cortados de W&H, Tres Cortados de Valdespino, Manzanillas Pasadas Aurora, amontillados superiores de M. A. de La Riva, Soleras exclusivas de Pérez Barquero, Soleras Fina Olorosa de Maruja, amontillado Coquinero de Osborne. Joyas como Napoleón Decano, Agustín Blázquez de los 70, 80, Palo Cortado reliquia de Barbadillo.
¡Salud!