Un buen día, así definiría yo el pasado Sábado, no solo por la climatología, sino porque pasear por el centro de Jerez al mediodía es toda una ostentación y si es sábado con buen tiempo mucho mejor. Hoy os queremos hacer ver que por un módico precio se puede tapear y de ir de sitio en sitio, de Tabanco en Tabanco, sin calentar mucho el asiento aunque si hace frío se agradece ese calorcito.
Hay a algunos que les encanta ir a ‘comé’ a un restaurante o venta y a otros como a nosotros nos gusta ir de tapeo, y que mejor maridaje para tapear que una buena compañía y un buen Jerez.
Nuestra pequeña ruta comenzaba este sábado por Tabanco Plateros, ‘la Tasquita’ como nosotros la conocemos. Pedimos un par de tapas, más las aceitunas aliñadas que te ofrecen los amigos de la copa verde Jaime y Luz. Nos sirven un par de jereces acompañado como no, de una buena charla. Vemos alguna que otra paloma volar y también algún que otro palomo.
Y el tabanco lleno.
Una vez terminado las tapitas, nos disponemos ir a la Taberna Casa Cristo, llamada también La Sureña, sabemos, porque nos lo dijo el otro día, que va a poner un ajo para degustar.
Un vez allí, observamos 4 Harleys en la puerta y sus respectivas moteras y moteros, un ambiente único el que ofrece esta Taberna, llegamos al retablo y encontramos a Cristo, saludos y un – ponme ese fino que me gusta a mí- de fondo musical; David Bowie, Thin Lizzy, Maiden y Metallica. Nos despachan los refrigerios y dos buenos platos de ajos ¡De arte! El ambiente sensacional, gente buena y de todo tipo, buenos vinos, buena música para mi gusto particular y un ajo de categoría… Cristo ‘in situ’ nos enseñó el secreto de su ajo campero.
Una vez acabado mi vaso, nos dirigimos al Tabanco El Telescopio, donde una amiga nuestra Momoko Izumi, nos venenciaría allí un gran fino y eso no hay que perdérselo. Pero antes, hicimos paradita en el Tabanco Las Banderillas, saludamos a Luís y nos empieza a atender una autentica profesional de la hostelería, Esperanza Gil Menacho, siempre con una sonrisa en la cara y enfrentándose a una barra hasta las trancas, nos dio un trato magnífico.
Siendo ya las tres menos cuartos, buena hora, decidimos irnos a ver a Momoko, una vez allí el tabanco presentaba su primer aniversario, sopa de tomate al canto y Momoko que nos sirve respectivos vasos de vino, por cierto, un fino, el de ‘Faustino González’ de los pocos que hay en Jerez que fermenta el mosto en la bota… muy recomendable.