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Va de Churros…

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Va de Churros

Caminando por la Costa Noreste de nuestra provincia… mi destino Costa Ballena.

Hoy no hablaré de bodegas centenarias ni de restaurantes fascinantes, le toca el turno a un producto cuya elaboración parece a simple, pero la realidad es totalmente distinta, Los Churros.

Churros hay de mil clases, normales finos, gordos, porras, rellenos etc. Pero me centraré al que es más habitual por la provincia de Cádiz. El churro clásico ni fino ni muy grueso, compuesto de harina, agua y sal, en otras zonas también los de patata o mantequilla.

El origen de los churros no es muy cierto. Se comenta que pueden ser de origen árabe, dado que la masa de los buñuelos que ellos elaboraban era muy parecida. Otros dicen que fueron los portugueses que lo trajeron desde China y otros que este dulce lo dieron a conocer los pastores españoles que aislados de la civilización no tenían acceso a pan fresco. En fin, qué más da el origen, si lo que importa es que podemos disfrutar de ellos.

Caminando por Costa Ballena me encuentro con el kiosco de churros de la Avenida Juan Carlos I, churrería que regenta Oscar Moreno desde hace unos años.Su padre, Manuel Moreno, inició desde muy joven a trabajar como marinero, trabajo que mantuvo por muchos años. Pasaba más de 6 meses embarcado y le era imposible disfrutar de su familia. Se sentía hundido, con una amargura profunda, pues acababa de nacer su primer hijo y no pudo siquiera verlo.

Va de churros

Manuel, decidió acabar con este suplicio y aprender otro oficio, el de churrero. Buscó ayuda en sus conocidos, hasta que dio en la tecla. Un churrero Sevillano se ofreció a ejercer de maestro para Manuel. ¡Aprendió, y como aprendió! Sus hijos heredaron este maravilloso quehacer, y no solamente ellos, también algunos familiares más como sus primos.

Manuel inició su camino en las fiestas de Sanlúcar de Barrameda. Trabajo muy duro, hasta que pudo abrir su primera churrería, Churrería Doña Maza en 1985, conocidas en la ciudad como churrería El Campana o del Pino, ubicada junto a la Plaza de Toros, la primogénita y la cual sigue 31 años después a pie de guerra.

En Costa Ballena me encuentro con su hijo Oscar. Oscar quería estudiar y así lo hizo, pero por circunstancias de la vida, tomó el camino laboral de su padre. ¡Gracias Oscar, porque para mi humilde gusto, tus churros son los mejores de todos aquellos que probé y son muchos! Los churros de Oscar son simplemente un manjar. Tienen como un centímetro de grosor. Dorados, muy dorados. Crujientes al morder y tierna masa bien cocinada por dentro. Con toques salinos no exagerados. ¡No son para nada grasientos, el cono de cartón no empapa nada de aceite, o muy poco, no sé cómo lo hace… No se pueden parar de comer uno tras otros. No hay que añadirles ni azúcar ni chocolate, ni nada, por si solos son deliciosos.

He probado churros en miles de lugares diferentes, y es mi deber decir que todos tenían un, pero… o bien eran extremadamente grasientos, muy finos y extra fritos, o de masa poco hecha y pastosos en boca. Mil decepciones me llevé, hasta que encontré la churrería de Oscar y la de su padre que regenta su hermano en Sanlúcar de Barrameda. Desde entonces, y hace ya más de 4 años, soy fiel a su producto. Por la calidad y el trato cordial que dan a sus clientes.

Muy recomendable. Espero que os guste.

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente las de sus autores y no representan necesariamente las de La Sacristía del Caminante.