¿Qué es un clásico? …nostalgia, podría ser, pero si es música; “Stairway To Heaven” le vendría ni que pintado a las Cuadras, esa canción que comparte las baladas con el rock más duro del momento, el anuncio de un cambio que intenta ser nostalgia pura… romper con el pasado pero atándolo más fuerte que nunca, actitud contra el recuerdo, rancia contradicción. No hay etiquetas simplemente hay personalidad.
…Noche fresca de verano nos situamos frente a Las Cuadras, entramos a lo Clint Eastwood en “por un puñado de dólares” hacia la barra, pedimos un fino y un Cream.
El fino es José Soto de Bodegas Garvey, el Cream de la misma casa, al frente de la cuadrilla nos atiende Elena Almagro. Paladeamos a Pepe y damos una vueltecita por las entrañas de las Cuadras.
Se respira costumbrismo jerezano, elementos como redores de espartos, aspillas, canillas o rociadores se entremezclan en un ordenado conjunto con hierros de ganaderías, monturas y aperos de labranzas utilizados como objetos de decoración. El patio inspira romanticismo andaluz “por los cuatro costao”, coqueto, como si una burbuja del tiempo estuviese ahí y te adsorbiese suavemente. El suelo adoquinado, sus puertas verdes y paredes encaladas merecen que le de otro sorbo a José Soto. Parece como si no se hubiese querido tocar la obra de Balbino Marrón, arquitecto que trabajó en este palacio de la condesa de Casares hasta que la levantó en 1840. Historia pura de Jerez, justo donde nos enclavamos se localizaban las cuadras del palacio.
Nos aconsejan entrar en los servicios, y no para hacer aguas menores, si no para contemplar dos hermosos espejos que publicitan vino y Brandy de Jerez. “Nostalgia del buen gusto…compañero”.
Nos acoplamos finalmente en una de las ventanas que da a la plaza de la Asunción donde las vistas, entre sus barrotes, dan directos al Antiguo Cabildo construidos en 1575 por los maestros mayores de la ciudad; Andrés de Ribera, Bartolomé Sánchez y Diego Martín de Oliva. Las Cuadras es sin duda alguna, un sitio diferente y armónico en el corazón monumental de Jerez.
Hacen que nos pidamos una de chicharrones de esos que no engordan con otro Soto. Mientras tanto, observamos la plaza desde una perspectiva por mi hasta ahora desconocida, se nos presenta Marta Tocón, que nos sirve los chicharrones y el “cacharrito”!… Buchito para no quedarnos cojo y chicharrón a la boca, simplemente de arte, parecidos a los del Manteca de Cádiz con su chorreón de limón característico, para los que lo conozcan claro está.
Nos recomienda Miguel Domínguez “la tosta de queso Brie con cebolla caramelizada y carne mechada con reducción de Pedro Ximenez” ¡Ole joé!, uno de los platos estrellas de Las Cuadras, sinceramente el queso Brie para mi gusto particular marida de lujo con cualquier vino de Jerez, así que debe de ser una apuesta segura. A nuestro alrededor, buen ambiente, buen servicio, buen gusto y calidad en su carta es lo que ofrece Las Cuadras. Fuera aparte de una buena, completa y selecta gamas de Jereces y Brandies.
erez a granel, primeras marcas, junto al trilingüe vinos VOS “Vinum Optimum Signatum”, “Vino Óptimo Seleccionado” o en inglés “Very old Sherry”, como más se prefiera, dan la mano para hacer las delicias de un buen día o noche en las antiguas cabellerizas de la duquesa de Casares, que por cierto fue construido sobre los cimientos de la antigua cárcel, 1679-1839.
Y ya sabiendo que fue una prisión no nos importaría cumplir penitencia en Las Cuadras otra noche, o día.
