Jerez siempre se ha conocido por sus cuatro pilares fundamentales, el Vino, el flamenco, el caballo cartujano y el motociclismo. La cercanía con la costa y la oferta hostelera ha propiciado que la mayor parte de los que nos visitan se hospeden en nuestra ciudad y conozcan nuestro rico patrimonio.
El turismo mayoritario que hasta ahora conocíamos era el de sol y playas, de los cuales muchos de los que visitaban la ciudad en su mayoría eran atraídos por el flamenco y una vez fagocitados por el ‘duende’ de nuestra tierra, accedían al Jerez.
Esta dinámica ha cambiado en estos últimos cinco años, se ha fomentado las titulaciones para formadores homologados y sumilleres que al fin y al cabo no dejan de ser embajadores de nuestros vinos allí donde van. Desde grandes bodegas se ha apostado por ‘rutas del Jerez’, fomentando las vendimias nocturnas, visitas a las bodegas y rutas a través del río Guadalete para comprender y rememorar la ruta que, a través del río Guadalete, realizaban las botas de Jerez hasta el puerto de embarques.
Las titulaciones como ‘Sherrymaster’ dados por las bodegas González Byass han sido todo un éxito que han reunido a un nuevo turismo interesado en conocer y disfrutar nuestros vinos. Hoy conocemos dos casos de introducción de personas que se acercan a Jerez a empaparse de todo lo que huele a Jerez.
“Mi introducción en el Jerez fue por mediación del Brandy de Jerez»
Seana Yee, una norteamericana de Portland (Oregón) es una apasionada de nuestros vinos. Su pasión surgió gracias al flamenco, dando sus primeros pasos en una caseta en la feria de Sevilla, donde estuvo cuatro meses empapándose de nuestro folklore andaluz.
En Oregón siguió estudiando flamenco, hasta que en 2013, “mi maestra junto con otros estudiantes nos llevó con ella a Jerez para aprender bulerías con Carmen Herrera y Ana María López, así como la técnica y el tocar las castañuelas con Mercedes Ruíz.”
Mientras Seana buscaba ‘el duende’ en el flamenco, el verdadero ‘Pellizco’ lo tuvo cuando en uno de sus días libres fue a visitar las Bodegas Tradición. “Mi introducción en el Jerez fue por mediación del Brandy de Jerez, sabía que lo que estaba saboreando en ese momento no era un licor destilado cualquiera, fue mi primer recuerdo de Jerez”
A partir de ese mismo momento Seanna empezó a ver Jerez de una forma diferente, comenzó a despertar su interés por nuestros generosos e introducirse mediante degustaciones en diferentes establecimientos jerezanos. “Me compré todos los libros que pude, ante este gran descubrimiento y me obsesioné tanto, que me decidí a escribir este gran descubrimiento en un blog llamado Sherry sips”. En 2015 preparó su primer viaje enológico de dos semanas para conocer y seguir descubriendo cosas nuevas en el mundo del Jerez, introducirse de lleno en su elaboración, las bodegas y por supuesto la albariza.
“Sinceramente no sabría decirte el mercado real del Jerez en Portland. Sólo puedo decirte que la mayoría de la gente de aquí no sabe lo que es el Jerez. No existen botellas en los supermercados como por ejemplo en el Reino Unido. Solamente en lugares o establecimientos muy específicos se puede encontrar marcas como Valdespino, El Maestro Sierra, Fernando de Castilla, Hidalgo, y por supuesto Lustau. Actualmente, la tendencia más común es mezclar estos generosos en cócteles. Pero yo prefiero beberlos por sí solo.”
Otro gran entusiasta de nuestros vinos es Antonio Abruzzese, ex-sumiller en Londres y completa el curso International Wine bussiness en Alemania por la Universidad de Geisenheim. Antonio estudia los vinos de Jerez desde su base, “haciendo prácticas de ‘arrumbador’” en una prestigiosa bodega del Marco. Ha trabajado como sumiller en Launceston Place poseedora de una estrella Michelín como ayúdate de Sumiller.
Antonio nació en Canosa di Puglia (al Sur de Itailia) justamente en la provincia de Bari. Pero ha vivido toda su vida en Roma. De formación italiana ha trabajado en varios restaurantes como camarero y más tarde como ayudante de sumiller hasta alcanzar su meta. Uno de los trabajos más fructíferos fue en el Novikov un establecimiento con “más de 1200 referencias de vinos en carta” nos afirma.
“Los vinos de Jerez se venden muy barato para la gran calidad y vejez que tienen«
Para Antonio, los Vinos de Jerez siempre han sido un gran desconocido, de hecho , en Inglaterra ‘los Sherries’o ‘Sherrys’ -por lo que tiene entendido-, no son vinos que se beben habitualmente en Reino Unido, “a los ingleses les gusta este vino sobre todo consumirlos en Navidad”.
Su introducción al Jerez, fue cuando ejercía como asistente managers en la prestigiosa vinoteca Nicolas en Francia. “Asistí a una cata de jereces en el emblemático ‘Sherry bars’ Bar Pepito en Londres, justo allí fue cuando cate los vinos de Jerez, allí había una representación de productos de las bodegas González Byass” Antonio probó por primera vez el fino, el P.X e incluso los VORS (vinos de Jerez con más de treinta años) “¡Fue un espectáculo y un gran descubrimiento!”
Pero la incomprensión de Antonio Abruzzese es el gran desconocimiento que existe sobre estos grandes vinos. No entiende como vinos de esta extrema calidad tienen un valor tan irrisorio en el mercado. “Los vinos de Jerez se venden muy barato para la gran calidad y vejez que tienen, no entiendo como una botella de fino puede valer seis euros para una vejez aproximada de 5 a 6 años.”
¿El porqué de esta situación?. Una pregunta que poco a poco tiende a una escueta respuesta, a una solución que pertenece a una realidad, que poco a poco se va trabajando desde los sectores especializados y, que gracias a ese leve movimiento formativo regidos por el propio Consejo Regulador del Jerez, las Casas Bodegueras y la información de pequeños medios en la red. Va in crescendo y recuperando el terreno perdido, avanzando e incidiendo directamente en el turismo de Jerez. Con la intención a su vez, de progresar y colocar a nuestros generosos donde le corresponde y, donde nunca debieron de salir.