Ayer jueves ha abierto en el centro de Jerez Botagorda, un nuevo restaurante que destaca especialmente por su amplia carta de vinos, con más de 350 referencias disponibles. Botagorda ocupa una antigua cochera con una superficie de 250 metros, distribuidos en tres espacios y ambientes diferentes: el primero, una zona de barra con mesas altas; el intermedio, una sala con mesas bajas, que también servirá como sala de catas y exposiciones, así como vinoteca abierta al público para venta de vinos para llevar; finalmente, la oferta se completa con un área reservada para eventos privados.
Botagorda se ubica en la Plaza Vargas, muy cercana a la céntrica Plaza del Arenal en unos de los locales más codiciados de la zona en la que se ubican la mayoría de los establecimientos hosteleros más señeros de la ciudad.
El restaurante dispone de una carta de vinos con más de 350 referencias que irán rotando continuamente, de las cuales un centenar se reservan siempre para vinos del Marco de Jerez. Del total de la carta, 120 vinos se ofertarán para consumir por copas, convirtiéndose de esta manera en unos de los establecimientos con mayor y más diversa propuesta enológica.
Según Rafael Romero, uno de los propietarios, el enfoque del negocio se podría definir como “abacería contemporánea y elegante, con gran protagonismo de la oferta enológica pero también con una cocina cuidada”.
En cuanto a la oferta gastronómica, liderada por el chef Juan Manuel Martínez, tendrá un enfoque muy reconocible, con un apartado destacado de guisos “sin trampas ni atajos, con todo cocinado en casa desde cero, con el tiempo preciso para cada elaboración, siempre con la intención de reproducir los sabores que están en nuestra memoria de cuando comíamos en las casas de nuestras abuelas”. Ahí destaca, por ejemplo, el menudo o las albóndigas de ternera en la carta de apertura de Botagorda, aunque irán modificándose en función de la temporada.
El restaurante dispone también de una amplia oferta de quesos, ibéricos, conservas y salazones, entre las que destacan algunas elaboraciones propias íntegras en la cocina del local, como los boquerones en vinagre o los mejillones en escabeche. No faltan tampoco clásicos de la zona pero siempre con un toque contemporáneo, como las papas aliñás con melva canutera, la ensaladilla con encurtidos, la tortilla cremosa con salsa brava sherry o los buñuelos de carne al toro bravo.
En las próximas semanas, Botagorda irá sumando a su oferta catas de bodegas o de tipos de vino, jornadas gastronómicas o cenas maridadas, en un amplio calendario de eventos.
Los propietarios del restaurante son Rafael Romero, vinculado durante su amplia trayectoria profesional al mundo del vino de Jerez, y José Ignacio Martín, sumiller diplomado WSET 3, con una dilatada experiencia en el servicio de vinos.