Es un monumento dedicado a las trabajadoras y trabajadores que han hecho posible el vino de Jerez.
Por concurso público en 1992 el Ayuntamiento de Jerez y la firma bodeguera González Byass conmemorando su 150 aniversario, confirmaron concluyentemente el emplazamiento definitivo donde iría instalado el denominado monumento al Arrumbador.
Los primeros estudios que disponemos ubicaban la escultura en la rotonda de cuatro caminos, cerca de la bodega titular y la ermita de Guía.
Finalmente se optó por situarla en la zona de expansión del Jerez moderno justo en medio de la avenida de Europa.
El premio de este concurso público fue para el escultor jerezano Francisco Pinto Berraquero. Francisco Pinto nació el 6 de Junio de 1924 en la céntrica calle Francos Licenciado en Bellas Artes por la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando logró plaza en propiedad en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, falleció en 2004 y sus restos se encuentran en la iglesia de Capuchinos en la ciudad que lo vio nacer. Es un monumento significativo en Jerez, de tipo realismo social, ya que hasta entonces no había casi ninguna referencia y reconocimiento monumental hacia los trabajadores y trabajadoras de las bodegas.
La placa en el mismo monumento reza así; “El Arrumbador, González Byass en su CL aniversario dedicó este monumento a la ciudad de Jerez en Homenaje a los hombres y mujeres que hicieron posible día a día el milagro del vino de Jerez de MCMXCII”.
El Monumento al Arrumbador posee una fuerza abrumadora, solo hay que ponerse delante de él para entender su rudeza y a la vez el orgullo de la clase obrera que toca y abandera la cúspide del monumento. Una gran metopa neoclásica donde la jarra, la canoa, la bota, el granito y el agua parecen incidir y recordarnos que el Jerez es una religión. Una obra realmente impresionante.