El pasado jueves 22 de junio, La Sociedad Jerezana del Vino realizó un homenaje a la figura del bodeguero y fundador Elías González Guzmán, en la Casa bodeguera sanluqueña de Elías González.
En palabras del presidente de la Sociedad Luis Flor, “bodegas Elías es la esencia de una empresa bodeguera familiar. En origen almacenista y en la actualidad ha mantenido una evolución que les permite trazar un producto desde el viñedo propio hasta la vendimia, crianza y venta en botella de sus vinos. Todo ello en su propia bodega”.
Santiago González gerente de la Casa bodeguera y tercera generación dio una emotiva cata, recorriendo a pie de bota la evolución de sus Manzanillas, desde la clásica a la Manzanilla Pasada y siguiendo los pasos de su padre, caña en mano, venenció a los aproximados cincuenta socios de la Sociedad Jerezana que participaron y conocieron la historia de Elías González, pudiendo disfrutar junto a las soleras de gran parte de las bodegas.
Más tarde se pudo catar la gama clásica Elías desde la Manzanilla, el Amontillado y el Oloroso, cuyos dos últimos formatos es una apuesta y reivindicación por la botella jerezana. Como broche de oro, Santiago rememorando a su padre Elías González, cogió su pañuelo y nos dio el mayor tesoro que tiene la bodega, un amontillado VORS ‘bota predilecta’ de su padre, venenciando de nuevo a pie de bota y brindando por toda una estirpe bodeguera que nos dejó el pasado 29 de Mayo de 2021.
La historia de bodegas Elías se remonta a 1979, donde se funda la Bodega Nuestra Señora de La Caridad, su recorrido comienza siendo una bodega netamente almacenista, hasta que con la entrada de su nuevo gerente Santiago González comienzan a producir su propia marca. Actualmente el 60% de las ventas se venden como marca Elías, mientras que el 40% restante se vende a los proveedores de la Casa jerezana Lustau. Es una bodega que moltura su propia uva Listán desde 1980 procedente de la viña Casa Santa, situada en el Pago de los Tercios y la Viña Olivar de Ledesma (Chipiona).
“Las Manzanillas de bodega Elías, en mi modesta opinión” añade Luis Flor “son un ejemplo de lo que debe ser la Manzanilla. Materia prima de viñas de Sanlúcar y su área de influencia, crianza orientada al mar y a los vientos de poniente, un sello creado en varias generaciones que mima el tiempo para mantener un estilo”. Ahí quedó.
