El pasado verano estuvimos en Málaga visitando a unos buenos amigos que nos llevaron a la Antigua Casa de Guardia, una de las Tabernas con más solera de la ciudad. Ubicada en la céntrica Alameda Principal, es una parada obligatoria si eres de los que te gusta probar los vinos y gastronomía de la tierra que visitas.
En 1840 abriría sus puertas Don José De la Guardia, famoso licorero y vinicultor malagueño nombrado a mediados del siglo XIX, Proveedor Oficial de la Casa de su Majestad la Reina Isabel II. Como recuerdo del título – que aún ostenta la casa – conserva el nombre de la reina serigrafiado en la etiqueta de su Moscatel Trasañejo.
En 1899 la taberna fue trasladada a su actual ubicación, fruto de las obras que se realizaron en su antiguo emplazamiento en Atarazanas. Al año siguiente los propietarios añadirían el adjetivo “Antigua” a su nombre, para hacer referencia a su dilatada historia. También en esa fecha se trasladaría la bodega y licorería a la Calle Peinado, dejando en la Alameda tan sólo la Taberna y el Despacho de Vinos. Ya en los años 50, la bodega contaría con viñedos propios y el lagar «El Romerillo», coincidiendo con los años de esplendor de la empresa malagueña.
A diferencia del Moscatel de Chipiona, el elaborado en Málaga se somete a un proceso fermentativo, lo cual les aporta características organolépticas muy especiales.
De las variedades de Moscatel que despacha la Casa degustamos en primer lugar su popular Moscatel Guardia, elaborado a partir de dos variedades de uva, Moscatel de Alejandría y Pedro Ximénez. Un vino dulce de crianza oxidativa en botas de roble americano y una vejez mínima de dos años.
De color dorado y brillante, su extremado equilibrio al paladar entre dulzor y fina acidez, lo haría ganador del prestigioso Galardón Bacchus de Plata en 2014.
Para acompañarlo pedimos dos medias raciones de Mejillones al Vapor y Concha Fina o almejas malagueñas, muy típicas de la zona. Pertenece a la familia de los moluscos y es muy apreciada por la salinidad que aporta al paladar cuando se consume cruda.
También probamos Moscatel Guinda, vino dulce añejo de carácter monovarietal, elaborado a partir de uva Moscatel de Alejandría. Oscuro y brillante, su aroma recuerda a café y notas tostadas. En boca es sabroso, untuoso y suave, un sabor matizado por el dulzor y la frescura tan característica en este tipo de vino.
En definitiva una emblemática Taberna y Despacho de Vinos que forma parte de la historia de la ciudad y que desde hace más de 100 años abre sus puertas a malagueños y visitantes de todo el mundo, para disfrutar de un buen rato entre vinos.