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S.O.S al Monumento del Reloj del Gallo Azul

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Nos encontramos justo en frente del edificio civil más emblemático y representativo de Jerez, un edificio que ha sido retratado en lienzo por innumerables artistas, fotografiado en multitud de ocasiones por los que nos visitan y filmado en varios documentales.

Evidentemente estamos hablando del Gallo Azul, un edificio regionalista, -para los que no lo conozcan- que se inauguró en 1929 de la mano del prestigioso arquitecto Aníbal González, y que fue regalo de la familia Domecq al pueblo de Jerez.

Justito en frente del Gallo Azul, existe un hermoso poste indicador datado del año 1934 donde la Casa Domecq presentó entonces un proyecto para un concurso convocado por el Ayuntamiento, que pretendía instalar un poste indicador de direcciones, justo en frente del Gallo Azul. La familia Domecq añadió a este fuste un reloj de dos caras con tres luces en la parte superior, siendo fundido por el sevillano Domingo de la Prida, respondiendo así a los cánones de la moda conocida como la arquitectura del hierro. Su base tiene el mismo tipo de ladrillo de estilo regionalista que emplea Aníbal González en el Gallo Azul.

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El monumento es sin duda magnífico, una auténtica Joya, el cual posee las direcciones de Sevilla y Cádiz, incluyendo ‘la marca’ Domecq del León bebiendo de una botella rota, encontrándose también curiosamente en la cúspide del edificio de Aníbal González. En la basa se representa en las dos caras del poste indicador, dos hermosos leones fundidos en la casa madrileña CODINA Hnos, ambos leones son obra del escultor jerezano José María Rivelott. Y si nos percatamos en su base monumental, encontramos los escudos del reino de España; Aragón, Navarra, Castilla y León.

También es anecdótico la palabra Coñac en el mismo ‘poste monumental’, esto es debido a que aunque la denominación Brandy era conocida a nivel nacional no fue oficial hasta los años cincuenta.S.O.S-monumento-al-reloj-del-gallo-azul

Pues ahora bien, tras esta breve introducción y aprovechando que estamos inmersos en una de las fiestas grandes de Jerez, las conocidas ‘Fiestas de la Vendimia’. Ese monumento, mínimo debería de dar la hora. Ya no digo el lamentable estado de la base del poste indicador con innumerables grietas, las dos luminarias que le faltan y el cateto repintado de color dorado. ¿Tanto cuesta poner la hora correctamente? Como si lo pagara Tarzán el rey de los monos, y ya que estamos con preguntas ¿Cuánto les cuesta a los que nos gobiernan poner dos simples luminarias y que enciendan debidamente? ¿Tan difícil es reparar las grietas de la base? Pero lo que se lleva la palma es sin duda la ‘puñetera’ e infame hora que marca el reloj, sin lugar a duda, la hora de su defunción. Con lo fácil que es abrir la puertecita de cristal y poner los numerales derechos y ya que están en el tajo, que lo arreglen para que simplemente funcione. ¿Tan difícil es? O quizás tal vez, realmente nos encontramos ante una maquinaria del reloj complejísima, toda una obra de ingeniería que supera a nuestra paupérrima tecnología del S.XXI.

S.O.S-monumento-al-reloj-del-gallo-azulEn conclusión, un monumento que debería estar impoluto y que representa el gran periodo del Jerez vinatero e industrial  de los años treinta del siglo pasado, un poste indicador retratado miles de veces por los que nos visitan en un lugar tan emblemático de la ciudad necesita urgentemente ser restaurado. Nosotros los Jerezanos pagamos uno de los impuestos más caros de España y ¿Para qué? Como diría nuestra Lola Flores; “Pena, penita, pena (…)” de nuestro Jerez.

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